Mucho se ha hablado de los deportistas que llegan hasta bien entrada la treintena y siguen rindiendo al más alto nivel, ¿a que sí? Sorprende si miramos hacia atrás. No más de 20 años. Jugadores que sobre todo no se cuidaban tanto y además empezaban su carrera más mayores de lo que lo hacen a día de hoy.
Tenemos tres puentes hacia esa inmortalidad: buenos hábitos (década de los 2010 hasta el 2020); década de la modificación genética (de 2020 a 2040) y la de la IA (de 2040 al 2045).
¿Y cuál es ese primer puente? Lo que nos decían nuestras madres que hiciéramos: descansar, respirar para evitar el estrés, comer comida real y no procesada y practicar un poco el movimiento. A que es flipante lo que podemos ganar ya solo aplicando esto y trabajando este primer puente.
El ingeniero y futurista Jose Luis Cordeiro lo menciona en su libro «la muerte de la muerte».
Células somáticas (del cuerpo) o germinales (reproductivas). Las primeras envejecen, las segundas no. Las germinales son biológicamente inmortales. El cáncer es un tipo de mutación inmortal. 1951 se descubrió. Las medusas o las Hidras son inmortales. Ya existe en la naturaleza.
El segundo puente sería la biotecnología. Fármacos como la merformina y rapamicina. Los cenolíticos son fármacos que eliminan células zombis. Son células medio muertas en el cuerpo y que hay que eliminarlas para que no pudran el resto del cuerpo. Aquí vamos a ganar años de vida. Cada año que pase vamos a ganar tiempo de vida. Hay genes que aceleran o detienen el envejecimiento. Se trataría de revertir la huella que lleva al envejecimiento en la célula. Lograremos tener mecanismos para rejuvenecer. El objetivo es ser indefinidamente joven. Células, tejidos, órganos y hasta organismos enteros. Hay ratones con una esperanza de vida de 200 años humanos. Mosquitos con 400 años humanos equivalentes. Gusanos que viven el equivalente a 1000 años humanos. En tan solo dos décadas.
En segundo punto dentro de este puente sería en los años 30 con la nanotecnología. Mucho más pequeña que la biotecnología. Estamos a nivel atómico. Un nanómetro es 10 elevado a la -10.
Ley de Moore. Cada dos años se duplica el poder de los ordenadores y el precio baja. Ahora se está aplicando a la biología y la medicina. Podemos mejorar y modificar el genoma humano.
Velocidad de escape de longevidad. Si nosotros sobrevivimos al año 2029 y 2030. Por cada año que sobrevivamos ganamos tres meses de vida. Después serán 6, 9, 12… Hay cambios exponenciales. Si somos capaces de llegar al 29 o 30 vivos seremos inmortales, aunque envejeciendo.
Dentro de poco la inteligencia artificial va a llegar al nivel de un humano. No vamos a saber distinguir entre una máquina y un humano.
El tercer puente sería el de la IA. Década de los 40. Y aquí sí. El incremento de la esperanza de vida se puede hasta duplicar o crecer de forma exponencial. En poco tiempo podríamos pasar de tener una esperanza de vida de 160 años frente a los 80 actuales.
El genoma humano tiene 3 gigabytes de información. 3000 millones de datos de información. No es mucho. Tenemos un cerebro limitado, pero la inteligencia sí puede hacerlo. La IA puede hacer análisis de miles de millones de datos. Análisis que nuestro cerebro no puede hacer.
Esto último nos llevará al tratamiento para el rejuvenecimiento biológico.
También está la criopreservación. Congelar a personas. Hay 500 personas en el mundo. 4 españoles.
Fuentes.
357. Envejecimiento e inmortalidad. Radio fitness revolucionario.
Jose Luis Cordeiro y su libro «la muerte de la muerte».